¿Qué pasará con los judíos en Irán?

19/Ene/2024

Ynet Español- por Jacob Sivak

Ynet Español- por Jacob Sivak*

Éste es un momento en el que los judíos de todo el mundo se sienten incómodos y vulnerables, pero especialmente los que viven en Irán (Persia, hasta 1935). No hay duda de que la guerra de Israel, en Gaza, iniciada por el cruel ataque de Hamás el 7 de octubre, contra hombres, mujeres y niños israelíes, fue alentada e instigada por Irán, al igual que los ataques contra Israel, por parte de Hezbolá, en el Líbano, y de los hutíes, en Yemen. Crédito foto: REUTERS

Deepa Parent (The Guardian) acusa a Irán de utilizar el conflicto de Gaza como tapadera para más de cien ejecuciones de aquellos que el régimen percibe como sus enemigos. Los judíos de Irán están familiarizados con este tipo de terror. Desde la Revolución Islámica de 1979, se llevaron a cabo ejecuciones de al menos 13 judíos, a menudo sin carga pública ni proceso legal (jewishvirtuallibrary.org).

En efecto, los 9.000 judíos estimados en Irán son rehenes (al igual que otras minorías, como los miembros de la fe bahá’í). Después del 7 de octubre, los judíos iraníes recibieron advertencias de que no se comunicaran con sus familiares en Israel (unos 250.000 israelíes tienen ascendencia iraní). Unos días más tarde, el Departamento de Estado de Estados Unidos calificó de “aborrecible” la coerción del gobierno iraní sobre su comunidad judía para que organizara manifestaciones antiisraelíes.

Para los judíos, las atrocidades de Hamás fueron un recordatorio de los pogromos experimentados en el pasado. La palabra pogromo, de origen ruso, entró en uso común en la década de 1880, para describir el aumento de la violencia antijudía en Rusia. Sin embargo, la violencia antijudía también forma parte de la vida judía en el mundo árabe y musulmán.

Hace setenta y cinco años, el norte de África y Oriente Medio, fuera del Mandato Británico de Palestina, albergaban casi un millón de judíos. Sin embargo, con el establecimiento de Israel, fueron objeto de violenta persecución y expulsión.

Dejando atrás sus bienes, así como recuerdos y tradiciones, la mayoría terminó en Israel, donde hoy, ellos y sus descendientes, constituyen más de la mitad, de los más de siete millones de judíos del país.

Sin embargo, los pogromos contra judíos tuvieron lugar en tierras árabes y musulmanas, mucho antes del surgimiento del sionismo moderno y la creación de Israel. De hecho, una de las peores masacres antijudías del siglo XIX tuvo lugar en Tierra Santa, en Safed (Tzfat), en 1834, cuando una rebelión de los árabes locales contra la autoridad egipcia degeneró en una orgía antijudía de asesinatos que duró un mes de saqueos y violaciones. Quinientos judíos perdieron la vida.

En un artículo del 15 de noviembre, sobre los judíos iraníes, en el Financial Times, Nakmeh Bozorgmehr escribe que hubo poca historia de antisemitismo en Irán (antes de 1979). Nada mas lejos de la verdad.

Los judíos persas experimentaron terribles pruebas durante todo el siglo XIX y principios del XX. Los informes de representantes persas de la Alliance Israélite Universelle, una organización de derechos humanos con sede en París, describen la historia de los judíos bajo el dominio musulmán.

Por ejemplo, durante el pogromo de Allahad, de 1839, las casas judías de la ciudad de Mashhad fueron saqueadas, las niñas judías secuestradas y entre 40 y 50 judíos asesinados. Bajo pena de muerte, toda la comunidad judía tuvo que convertirse al Islam. La comunidad judía de la ciudad de Shiraz, en el suroeste de Persia, experimentó pogromos en 1892 y 1897. Los judíos fueron asesinados (20 en 1897) y las sinagogas fueron destruidas.

Otro terrible pogromo tuvo lugar en Shiraz, el 30 de octubre de 1910. Comenzó con la acusación de que los judíos habían profanado el Corán, y más tarde, de que mataron a una niña musulmana para usar su sangre con fines rituales, una difamación común también a los pogromos europeos.

El hecho de que no se materializara ninguna evidencia de una niña musulmana desaparecida no ayudó a calmar las cosas. Cuando terminaron el saqueo y la destrucción, 12 judíos habían muerto, unos 50 resultaron heridos y toda la comunidad, de 6.000 personas, estaba en la indigencia y sin hogar.

La intensa animosidad del actual régimen iraní hacia el Estado judío, junto con su historia de negación del Holocausto, sugiere algo más que apoyo a la causa palestina. Asimismo, el ataque de Hamás del 7 de octubre no fue sólo para beneficiar las aspiraciones nacionales palestinas. En una grabación de audio, uno de los asesinos informa alegremente a sus padres que había matado a 10 judíos. Luego añade: “Mamá, tu hijo es un héroe” (Times of Israel).

La intensa animosidad del actual régimen iraní hacia el Estado judío, junto con su historia de negación del Holocausto, sugiere algo más que apoyo a la causa palestina.

El violento antisemitismo experimentado por los judíos en el mundo cristiano está ampliamente documentado. La ciudad (shtetl) de Ucrania, de donde era la familia de mi padre, experimentó un pogromo en 1920, durante la Guerra Civil Rusa. De una población de unos 3.000 judíos, 200 fueron asesinados (incluidos el hermano y la abuela de mi padre) y 800 resultaron heridos. Él y su familia huyeron a Rumania, como refugiados y, finalmente, emigraron a Canadá.

Sin embargo, la violencia periódica asociada a la historia de la vida judía en el norte de África y Oriente Medio no es muy conocida. Las atrocidades cometidas por Hamás el 7 de octubre son la última manifestación de esta historia.

Los judíos en Irán no fueron olvidados. En una entrevista televisiva del 14 de noviembre con Voice of America, Emmanuel Nahshon, Ministro de Asuntos Exteriores de Israel, señaló que Israel entendía que los judíos iraníes que participaban en manifestaciones antiisraelíes no tenían otra opción. “Son nuestros hermanos y hermanas y los queremos mucho”, sostuvo.

(*) Miembro de la Royal Society de Canadá, profesor jubilado que enseñó en la Universidad de Waterloo.